
Si mantenemos nuestro cuerpo limpio y bien nutrido, le permitimos que se autoregule y que sus mecanismos naturales actúen con su sabiduría inherente.
Dentro de nuestro organismo existen órganos y sistemas interrelacionados que, si no los entorpecemos y ensuciamos, saben mejor que nadie cómo mantenerse funcionando de forma óptima.